Redacción. Bruselas
El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado medidas más estrictas para la distribución de medicamentos, incluidos dispositivos de seguridad y autenticidad, con el objetivo de poner freno a los productos falsificados que llegan al mercado. Las nuevas normas han sido acordadas con el Consejo pero es necesario aún el visto bueno formal de los 27 para su entrada en vigor. Los Estados miembros tendrán un plazo de dos años para transponerlas a su legislación nacional.
John Dalli
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Entre las novedades figura la introducción de dispositivos de seguridad en los envases de los medicamentos, por ejemplo un número de serie, como garantía de autenticidad y para identificar cajas individuales y verificar si el paquete ha sido alterado.
El comisario de Salud y Protección al Consumidor, John Dalli, ha celebrado la decisión de armonizar medidas de seguridad a escala europea porque "aumenta la protección de los ciudadanos frente al peligro de los medicamentos falsificados" y permite que sólo los medicamentos "de alta calidad" se venden el mercado comunitario. También ha pedido a los Estados miembros una "rápida" aplicación de la nueva directiva.
"Los medicamentos falsificados son un serio riesgo para la salud pública en la Unión Europea porque pueden contener ingredientes en dosis equivocadas o no incluir ingrediente activo alguno. No han sido sometidos a procedimientos de autorización con los que se verifican cuestiones como la calidad, la seguridad y la eficacia", ha advertido el comisario.
El tráfico de medicamentos falsificados ha aumentado en un 400 por ciento desde 2005, según datos de la Eurocámara, y en la actualidad cerca del 1 por ciento de los medicamentos que se venden en la Unión Europea a través de canales legales no cumplen las normas. El problema es mayor en otros lugares del mundo como, por ejemplo, África, en donde más del 30 por ciento de los productos farmacéuticos son falsos.
Los eurodiputados también han pedido que se regule la venta de este tipo de artículos por Internet porque representa una de las principales vías de entrada en el mercado legal de la UE y han apostado por exigir autorización de las autoridades nacionales para que un medicamento pueda ser vendido al público en un Estado miembro desde la red.
Otra medida es la creación de un logo común para todas las páginas web que comercialicen productos farmacéuticos en la UE, para que el usuario pueda identificar con más facilidad las farmacias autorizadas. Además, los ciudadanos tendrán que recibir información sobre los riesgos que implica la compra de medicamentos a través de internet.
Por otra parte, la introducción de sistemas de seguridad se aplicará principalmente a los medicamentos que necesitan receta, a no ser que no haya posibilidad de riesgos para la salud. Solo se utilizarán en los medicamentos que no requieren prescripción en casos excepcionales si hay riesgo de falsificación.
Finalmente, los Estados miembros tendrán que poner en funcionamiento un sistema para evitar que los medicamentos que se sospecha que son peligrosos (falsificados o con defectos de calidad) lleguen al paciente. Ese sistema incluirá la retirada del producto, incluido aquel que ya haya llegado al paciente.
A iniciativa de los eurodiputados, los intermediarios tendrán que registrarse en el futuro para vender medicamentos y aquellos que no cumplan las nuevas normas serán eliminados del registro.
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